viernes, 5 de junio de 2009

HISTORIA, CONSECUENCIAS Y CAUSAS DE LAS MIGRACIONES EN ESPAÑA.

HISTORIA:

Las migraciones humanas han constituido y constituyen un fenómeno de gran relevancia a escala planetaria, siendo sus implicaciones muy diversas (demográficas, socioeconómicas, socioculturales, territoriales, ambientales).

En el caso de España, las migraciones han tenido a lo largo de loa historia y sobre todo en el ultimo siglo un papel muy destacado en la evolución general de la población y en su distribución geográfica, incidiendo a su vez de manera diversa en el comportamiento demográfico, económico, cultural,, e incluso político, tanto de las arreas emisoras como receptoras.

Aunque los flujos migratorios se han incrementado de manera muy notable en España durante el ultimo siglo, cabe decir que a lo largo de este periodo las migraciones han experimentado importantes cambios tanto en su dinámica y evolución, como en lo que respecta a sus características.

Si durante los tres primeros cuartos del siglo XX la emigración hacia el exterior (América durante la primera mitad del siglo y Europa occidental en las décadas de los sesenta y setenta) y hacia las áreas mas industrializadas de España ( Madrid, Barcelona, País Vasco) se erigen en principales protagonistas, en el ultimo cuarto del siglo XX se producen importantes transformaciones en el sistema migratorio. Este se va a caracterizar por la pluridireccionalidad de los flujos, el aumento del numero de áreas emisoras y receptoras, una reducción drástica de la emigración fuera de España, y un incremento sustancial de la inmigración desde el exterior, tanto en forma de retornos de españoles como de llegada de extranjeros para radicarse en nuestro país. Esto ultimo constituye hoy día, quizás por lo novedoso, uno de los rasgos más característicos de la demografía y la sociedad española, la cual de este modo encuentra un elemento mas de equiparación con la de los otros países de la Unión Europea y del resto de países desarrollados del planeta.

Los efectos de la crisis del petróleo de 1936 en las economías de los países desarrollados de Europa occidental y los cambios sociopolíticos operados en España tras el final de la dictadura franquista provocaron, entre otros factores, una reducción de la emigración española hacia el exterior y un notable incremento del numero de retornos. Desde mediados de la década de los setenta el número de entradas en España comienza a superar al de salidas, dando como resultado un saldo neto favorable a la inmigración que se va a mantener a lo largo de todo el ultimo cuarto de siglo hasta la actualidad.

En efecto, desde dicha fecha la emigración española se reduce significativamente, situándose según las estadísticas oficiales del Ministerio de Trabajo por debajo de las veinticinco mil salidas desde 1991 hasta la actualidad. Paralelamente, el numero de inmigrantes, españoles y extranjeros, que llegan a nuestro país experimenta un notable crecimiento. En la segunda mitad de la década de los setenta el proceso mas significativo es el retorno de españoles, situándose su numero entre las cincuenta y las cien mil entradas anuales hasta 1978, y por encima de veinte mil durante los años 1979 y 1980. durante la década de los ochenta la corriente de retorno se atenúa un poco situándose entre 1981 y 1986 entre las quince y las diecinueve mil entradas, a la vez que va cobrando progresivamente intensidad el flujo de inmigrantes extranjeros.

La EVR pone en evidencia como, desde finales de la década de los ochenta hasta la actualidad, el numero de personas precedentes del extranjero crece de forma exponencial pasando de algo menos de 25.000 en 1988 a mas de 400.000 en el año 2001. La inmigración de españoles se mantiene superando, al menos en las estadísticas, a la de extranjeros hasta el año 1994. la ligera tendencia al alza mostrada por la inmigración de españoles durante los cinco últimos años obedece, en buena parte, no tanto a retornos censo estricto como a la llegada de descendientes de emigrantes que han nacido fuera de nuestras fronteras.

Pero, sin duda, el hecho mas llamativo es el espectacular crecimiento del flujo de inmigrantes extranjeros, que ha pasado de algo menos de 10.000 en 1988 (40% del total) a mas de 390.000 en el año 2001 (95% del total). Si hasta 1988 fue predominante el flujo de inmigrantes extranjeros procedentes de otros países de la Unión Europea, desde 1989 es superior el numero de ciudadanos extracomunitarios, los cuales representan en el año 2001 el 87,3% de la inmigración extranjera (y el 82,9% de la inmigración total) que llega a España.

'Migraciones españolas a lo largo de la historia'


CAUSAS:

Los fenómenos migratorios son tan antiguos como la humanidad, pero en estos momentos se están produciendo con una intensidad y generalidad sin parangón en la historia. Del campo a la ciudad, de las regiones pobres de un país a sus capitales, del sur al norte y del este hacia el oeste. Su efecto está siendo extraordinario sobre la economía y la sociedad de todas las zonas afectadas, emisoras y receptoras.

En España son las siguientes causas las que motivan la migración:

  • La búsqueda de una vida mejor para uno mismo y su familia;

  • Las disparidades de ingreso entre distintas regiones y dentro de una misma región;

  • Las políticas laborales y migratorias de los países de origen y de destino;

  • Los conflictos políticos (que impulsan la migración transfronteriza, así como los desplazamientos dentro de un mismo país);


  • La degradación del medio ambiente, inclusive la pérdida de tierras de cultivo, bosques y pastizales (los "refugiados del medio ambiente", en su mayoría, acuden a las ciudades en lugar de emigrar al extranjero);

  • El "éxodo de profesionales", o migración de los jóvenes más educados de países en desarrollo para llenar las lagunas en la fuerza laboral de los países industrializados.


CONSECUENCIAS:

Consecuencias demográficas

La consecuencia más llamativa de la inmigración en España ha sido el aumento de la población: así, entre 1998 y 2005 España había crecido en 4.255.880 habitantes, lo que representa un crecimiento del 10,68% de la población en 7 años. La mayor parte de esta cifra se debe a la llegada masiva de inmigrantes durante este período.

Variaciones interanuales medias de la población española entre 1857 y 2006. Tras un periodo de crecimiento muy bajo (debido a la disminución de la natalidad) a principios de los años 1990, en la actualidad se está produciendo un pico histórico de crecimiento poblacional debido a la inmigración

Además, la mayor tasa de natalidad de la población inmigrante es la principal causa del repunte de la fecundidad que se ha producido en el país, pasando de una tasa bruta de natalidad del 9,19‰ al 10,73‰ entre 1998 y 2005. En 2005, el 15,0% de los nacimientos registrados en España fueron obra de mujeres de nacionalidad extranjera, aunque sólo es extranjera el 8,46% de la población española y el 10,64% de las mujeres en edad fértil residentes en España.

Por otro lado, como la mayor parte de la población que inmigra suele tener entre 25 y 35 años, el crecimiento es mayor en este grupo de edades y en consecuencia se rejuvenece la población española. Así, el 51,91% de los extranjeros residentes en España tiene entre 20 y 39 años, frente a un 32,66% del total de habitantes de España que se encuentran en esta franja de edad.

Consecuencias económicas

Visiones positivas

La importante llegada de población inmigrante en edad de trabajar ha repercutido favorablemente en el total de afiliaciones a la seguridad social, hasta el punto que cerca de un 45% de las altas registradas entre el 2001 y 2005 correspondieron a trabajadores foráneos.

Puesto que casi la mitad del trabajo creado en estos años se ha nutrido de trabajadores extranjeros, su contribución al crecimiento del PIB en este quinquenio (un 3,1% medio anual, en términos reales) habrá sido muy significativa.

Además, el aumento de la población laboral ha comportado un incremento de la recaudación asociada a la imposición del trabajo (principalmente por la vía de las cotizaciones sociales). Sin embargo, el bajo porcentaje de su población dependiente (de menos de 15 años y de más de 65 años, que es del 18,98% para el colectivo extranjero pero del 30,83% para la población general) hace que aporten de manera neta a la caja del Estado más que la población nacional.

Por otra parte, dado que el empleo extranjero se ha concentrado principalmente en sectores donde la oferta de mano de obra nacional resulta escasa (construcción, hogar, hostelería, agricultura, etc.), la inmigración ha contribuido a suavizar la rigidez de esta oferta, limitando la aparición de tensiones inflaccionistas

Visiones negativas

Se han alzado, también, opiniones críticas que ponen de manifiesto la distorsión operada por la inmigración en el mercado laboral español : a pesar de que el PIB español ha crecido entre el 3% y el 4% entre los años 1997 y 2007, los salarios reales de la población española no sólo no han aumentado, sino que han disminuido ligeramente. Señalándose que la llegada de trabajadores, presuntamente no cualificados y sin conocimientos de la realidad laboral nacional, ha tirado a la baja de los salarios en diversos sectores de la economía española como por ejemplo la construcción y la hostelería.

Por otro lado, buena parte de los trabajos asumidos por los inmigrantes han sido creados al calor de la llamada burbuja inmobiliaria: alrededor del 30% de los trabajadores de la construcción son extranjeros.

Así, lo que la inmigración habría permitido sería el abaratamiento del ciclo productivo en la economía tradicional española, al hacer innecesario acometer proyectos de modernización e I+D, debido a que la inversión no sería necesaria ya que se consigue mantener beneficios en base a la reducción de salarios.

Las principales presunciones a las que se llega desde un punto de vista negativo son:

  • El fenómeno ha perjudicado a las clases medias y bajas trabajadoras debido a un aumento de la oferta de mano de obra infravalorada socialmente por su cualificación cultural y/o laboral.
  • El aumento de los beneficios económicos no se han invertido en mejorar el ciclo productivo dentro de las empresas tradicionales.

Consecuencias socio-culturales

Hasta los años 1990, la población española había sido relativamente homogénea, es decir, no se podía mezclar con otras culturas, lo que resultaba que un español tan solo podía procrear con una española. Sin embargo, la llegada masiva de inmigrantes en los últimos años ha generado una mayor diversidad racial, cultural, religiosa y lingüística.

Aunque la evaluación a largo plazo de la inmigración en España es complicada debido a su carácter reciente, la llegada mayoritaria de inmigrantes procedentes de ámbitos culturales o lingüísticos cercanos (el 75,02% proceden o bien de Iberoamerica bien de otros países del continente europeo, unido a que la inmigración es de origen variado, puede dejar entrever una integración menos problemática que la surgida en otros países de la Unión Europea.

Alejandro Alamo, Carlos Martin, Alejandro Garabito, Manuel Guijarro

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